Fuente: Seattle Times; Publicada: 12 de marzo a las 12:45 PM
Una mujer de Mukilteo debe cumplir un año de prisión por ayudar a ocultar pruebas en un par de asesinatos por tortura en 2018, dictaminó esta semana un juez del condado de Snohomish.
Anika St. Mary, de 21 años, fue la última acusada de los asesinatos de Mohamed Adan, de 21, y Ezekiel Kelly, de 22, cuyos cuerpos fueron descubiertos en julio de 2018. St. Mary ayudó a limpiar la sangre de la parte trasera de un sedán Saturn, donde ambos jóvenes fueron torturados en secuestros separados con horas de diferencia, informó el Everett Herald.
Sin embargo, St. Mary “actuó conmocionada” cuando los detectives le dijeron que Kelly estaba muerta, y ella afirmó que su entonces novio, Hassani Hassani, había estado en casa toda la noche del 2 de julio, cuando en verdad su novio y su amigo, Anthony Hernandez- Cano, secuestró y asesinó a Kelly, según los papeles de acusación.
El acuerdo de declaración de culpabilidad de St. Mary no exigía tiempo en prisión si cumplía lo que se conoce como una alternativa de sentencia por paternidad. Ella es la madre de dos niños pequeños.
El juez de la Corte Superior del condado de Snohomish, George Appel, rechazó el acuerdo, citando su preocupante “falta de conocimiento” sobre sí misma, al tiempo que señaló que, según los informes, renunció al papel de cuidadora principal de su segundo hijo pocos días después del nacimiento en 2020.
Los fiscales retrasaron la presentación de cargos formales contra St. Mary hasta septiembre de 2020. Ella se declaró culpable de prestar asistencia criminal en primer grado.
Hernández-Cano está cumpliendo cadena perpetua por dos cargos de homicidio agravado. El entonces novio de St. Mary, Hassani Hassani, de 22 años, se declaró culpable de asesinato en primer grado con arma de fuego y secuestro en primer grado. Un juez del condado de Snohomish lo condenó a 35 años tras las rejas.